miércoles, 4 de agosto de 2010

¡Hasta Siempre, Mace!

Debo confesar que me he armado de un valor inaudito para poder teclear estas palabras. Así como solo tartamudié como un gafo cuando recibí la noticia, así escribo una y otra vez tratando de dar sentido a lo que plasmo.

Dicen que el duelo tiene varias fases, yo me encuentro en un mix de negación que ha saltado repentinamente a la soledad.

Quizá para llegar al necesario alivio deba escribirte una carta, en el insondable misterio de si podrás percibirla en tu nueva realidad, porque aunque digan lo contrario, yo pienso que sí.

Es irónico que este 4 de agosto hubieses cumplido tu “cuarto de cupón”. Tan irónico que se vuelve cruel, sobre todo si esta mañana mi alarma recordatorio sonó y me dio un mensaje que me escribiste la última vez que nos vimos: "Si te olvidas de felicitar a Mace en su cumple ya verás Kohai" :,)

Compartimos tantas cosas juntos, y nos quedaron otras tantas por compartir, como el almuerzo con mis primeros cesta tickets (me los pagaron ayer) y el que estudiásemos otra carrera juntos, que pagaría el primero de nosotros que se hiciese millonario...

¡Cómo nos quejamos!, par de mochos rascándonos las espaldas en el océano de sinsabores de nuestro oficio. Pero siempre, siempre, una palabra mutua de afecto y ánimo nos hacía flotar con la cómoda boya de la esperanza, de la amistad.

Cada vez que algo que se parezca a Japón, o cuando vea cualquier pieza de diseño y una infografía, pensaré en ti, compañera cómplice de esos gustos que nos dábamos como niños comiendo caramelos.

Como me enorgullecía de ti (y me alegra saber que lo sabías) bien sabes que rocé cual zorro y las uvas esos avatares que viviste: lo difícil que es trabajar todo el día, así sea jugando perinola, y luego ir a recibir clases vesper-nocturnas (ni hablar de acostarse a las 12-1 am haciendo "trabajitos" de antropología filosófica, por ejemplo)

Mace, tú entendías todos mis chistes y hablábamos el mismo idioma, nos reíamos con mi amigo imaginario, el leprechaun Abban O' Connail y los días de San Patricio los celebrábamos tomando un café “Cremoso Irlandés” en su honor.

Respetabas mis silencios, entendías que en mis días más oscuros me “desaparecía” y aún así me buscabas ( y me regañabas jeje) Y eras tan divertidamente imprudente que me pedías consejo. Tantos secretos y momentos compartidos, hoy sellados con tu partida.

Me querías tanto que eras la secretaria oficial y co-fundadora del movimiento “El Barroco Rules, en contra de la tiranía del minimalismo”, cuando en realidad lo amabas y aplicabas en tus diseños, fotos y escritura.

Y aunque suene muy egocéntrico, tú creías en mí Mace, aún cuando yo mismo no lo hacía, y veías mi alma de la misma forma como lo hacen mis grandes amigos de vieja data, a los que te integraste de maravilla, esos mismos que te extrañarán también cada vez que “el grupo” se reúna nuevamente.

Estoy seguro que dejaste una huella muy profunda -como polifacética que eras- en todos los seres con los que compartiste tu luz, que se nos ha extinguido tan repentinamente.

Me permito hacer una lista, con el temor de dejar a alguien por fuera: Ignacio, tus “niños” (alumnos) con los que disfrutaste tanto el lib-dub, esos profesores que juntos admiramos, tus hermanos académicos de pre y postgrado (no todos jajaja obvio, esos especiales como tú) los de las noches de vinos a las que nunca fui convidado, tus compañeros de japonés y nipónfilos y por supuesto tu familia que adorabas con todo tu ser. (Mención aparte, la admiración, amor y respeto por Maga)

Una vez compartí contigo esta cita de Ralph Waldo Emerson

"Nuestra capital necesidad en la vida es tener alguien que nos estimule a hacer lo que podemos hacer. Tal es el servicio del verdadero amigo. Con él fácilmente nos enaltecemos porque actúa respecto de nosotros como un imán que atrae las virtudes subyacentes en nuestro interior. Abre de pronto la puerta de nuestra existencia. Pocas palabras necesitamos para comprenderle. Es nuestra única compañía verdadera. Un leal amigo duplica nuestras posiblidades, añade su fuerza a la nuestra y nos infunde casi irresistible energía". “Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta”

Gracias por haber existido en mi vida, por ser un imán, por abrir la puerta de mi existencia, por oírme cuando pensaba en voz alta para interrumpirme de vez en cuando con tus “¡Rooooodo...eres terrible!” seguidos de esa sonora risa que también echaré de menos...

Tengo fe y esperanza de que nos veremos de nuevo algún día, y sé que ya eres como decía tu nick @skyrider4. es decir, una "trotacielos" allá donde estás, cerca de Papadiós.

Mientras, Mace querida, te extrañaré más allá de lo expresable en lengua de hombres y ángeles.

PD:

Sé que te debe dar mucha risa que en las reseñas quedaras como “periodista de El Nacional.com” pues uno de los días más felices de tu vida fue cuando -con guante de seda- rechazaste al “cargo-trampa” que te ofrecieron. Así es la vida, lo que hacemos y luego dejamos de hacer, nos marca y nos define indeleblemente.

No obstante, sé que apreciaste mucho a algunos de tus compañeros, con quienes también compartiste en "huecomundo" (sí, como en Bleach jajaja) a pesar de novias celosas, separación de departamentos, horarios y otras vicisitudes de la vida del periodista, de esas de las que hablábamos siempre y que tanto nos hicieron reír al leer “de la insoportable indignidad de ser periodista http://bit.ly/dcp1zs “ y de las que nos recuperábamos leyendo al maestro Kapu.

Descansa en paz, amiga. Que brille para ti la luz perpetua.

martes, 13 de abril de 2010

El rincón de la RAE (con capítulo de los Simpsons)

He de confesar que amo la riqueza de mi idioma, tantas formas variopintas, llenas de matices y vericuetos para describir las realidades, esas que escapan del agujero de "lo mismo".

¡Ja! podría decir que me siento a veces identificado con Lisa Simpson cuando se recrimina por no saber más de tres sinónimos de una palabra, en el gran capítulo de la huelga de maestros (minuto nueve, por ahí):

-Marge: "Nena, ¿por que no te calmas un poco?"
-Lisa: "¿¡Calmarme!?, no puedo calmarme ni relajarme ni serenarme ni... ¡Aaaaah!... ¡Ay, sólo dos sinónimos!... uuuuh... ¡Dios mío, noooo! ¡estoy perdiendo mi perspicacia!

-Homero: "Todo aparece cuando lo dejas de buscar"

Este es uno de mis capítulos preferidos de los Simpsons, episodio 21 de la sexta temporada (para mas seña Lisa, que trata de aprovechar el tiempo estudiando por su cuenta, crea un perpetum movile que según Homero es inútil, y el colmo, le dice a la pobre: “¡Lisa, en esta casa respetamos las leyes de la termodinámica!” TOO MUCH)

En fin en fin, retomando el punto y avanzando a lo serio, he decidido abrir un pequeño rincón para la RAE por estos lares, (¿RAE sobre ruedas?) e inauguraré mi diccionario con estas palabras resonantes:
 
Cainita (De Caín).

1. adj. Perteneciente o relativo a Caín.

2. adj. Se dice especialmente del odio o enemistad contra allegados o afines.

3. adj. Dicho de una persona: Que se deja llevar por el odio o la enemistad contra allegados o afines. U. t. c. s. (utilizado también como sustantivo)

Perspicacia. (Del lat. perspicacĭa).

1. f. Agudeza y penetración de la vista.

2. f. Penetración de ingenio o entendimiento.


Mi reflexión con las palabras

Pues bien, lamento que en Venezuela vivamos un odio cainita

Lo que más lamento es ver cómo este cáncer se ha extendido puertas adentro de nuestra sociedad, esa envenenada flecha entre hermanos que nos impide reconocer en el otro a un semejante,

Luego, el odio borra la humanidad en la cara del prójimo, lo objetiviza y así es más fácil atacarle y erradicarle. Mi corazón teme una guerra civil, que "fría o caliente" da igual.

Solo quiero decirle a todo aquel que me lea, sin ánimos de pontificar, lo siguiente: cada vez que dejemos que la intolerancia nos invada contribuiremos a que nos afixie aún más el tóxico ambiente cainita que -como la calima- arropa a Venezuela.

Desde mi punto de vista, no hay que tener mucha perspicacia para darse cuenta de esto,

Epílogo

Hoy es 13 de abril, una fecha donde al país entero le falló la perspicacia -diría yo arrogantemente- y el sentido común; una fecha donde quedó sembrada con sangre la intención cainita

Pero en fin, no quiero amargaros con la hiel de mis preocupaciones y he conseguido maravillosamente el capítulo que menciono. Helo allí y espero que lo disfruten tanto como yo



Rodolfo Alejandro

PD: para el que no le guste mi post ¡HAY TABLA! JAJAJAJA :-D

jueves, 18 de febrero de 2010

Manual de Urbanidad en Camioneticas I

Es verdaderamente asombroso como, en una camionetica, existe un código de comportamiento tácito, quizá legado de generación en generación por los usuarios del servicio de transporte público elevado.

Por ejemplo, Ud. se dará cuenta muy fácilmente que la cortesía básica del "buenos días" es totalmente inexistente en el Metro, de hecho, intente dar los buenos días al entrar a un vagón y recibirá miradas punzopenetrantes de ¿qué tienen de buenos? o, en el mejor de los casos, observará caras largas que gritan en silencio ¿y a este qué bicho le pico?.

En poquísimos casos alguna persona contestará  entre dientes a su saludo, o bajito, casi en infrasonido. ¿Por qué? por temor a recibir la censura de todos aquellos a quienes se les ha recordado su mala educación. 

Haga lo mismo en una camionetica y quedará como un pedante amargado, pues gracias a Dios aún es costumbre el saludo y la despedida respetuosa al abordar y salir de una buseta.

Hay otra conducta feliz que recientemente he racionalizado:  aquella costumbre de pagar el pasaje a un amigo, compañero de trabajo o conocido que felizmente nos acompañe en esa dantesca travesía que va de una aparada a otra.

¡Qué agradable es una charla de camionetica! He oído de todo, desde compañeros de estudio que tenían años sin verse hasta familiares lejanos; siempre con el preludio-reclamo del alejamiento y la vana promesa final de "no dejar pasar tanto tiempo" hasta el próximo encuentro.

Ni hablar de la complicidad en contra de profesores, jefes y gobernantes, malvados por igual, pues  la camionetica es un foro donde fácilmente se hace catarsis y además se palpan los grandes temas de Opinión Pública, eso si el conductor tiene la amabilidad de bajar el volumen a su estruendoso equipo de sonido.

Y así, este comportamiento social, digno de un etólogo, es sellado con el ritual donde quien abandona primero el infierno sobre ruedas le dice a su querida contraparte "no te preocupes, que yo pago el pasaje".

Quedan obviamente excluídas las camioneticas con los odiosos letreros de "pague al subir", en cuyo caso existen opciones más costosas como compartir una chuchería o refresco de los clásicos vendedores ambulantes.

¡Ah! mágico momento de cordialidad humana en una insufrible ciudad, donde toda norma de cortesía suele disolverse en la terrible paranoia de la inseguridad o en el ácido del aislamiento individualista.

Así que la próxima vez recuerde que -aunque no está en el Manual de Urbanidad de Carreño- es un gesto de cariño y/o cortesía pagar el pasaje de la persona querida, cual óbolo de nuestros días destinado al Caronte que solemos llamar "autobusero".



Rodolfo Alejandro

Postdata: este comportamiento es aplicable solamente en las rutas urbanas, pues en las rutas sub-urbanas y en los viajes largos, como por ejemplo hasta algún pueblo con transferencia en Caucagua; existe otra gama de conductas que desglosaré en otro post.


sábado, 23 de enero de 2010

Levántate y anda


He querido empezar mi tímido regreso con esta frase bíblica. Hay veces en las que uno cree que ciertas cosas están muertas, olvidadas o superadas -para bien y para mal- , y de repente resucitan de ese estado de singularidad en el que las hemos sepultado.

Sea pues, para bien, el caso de este mi blog. Si acaso me quedan lectores, pues os debo algunas letras:

Mea Culpa

Primero me disculpo por lo denso que he escrito hasta ahora, realmente he seguido al pie de la letra la mancheta, y he convertido este espacio virtual en una cloaca inteligentemente confeccionada en donde he evacuado muchos pensamientos, gustos e intereses; como si me fuera a leer yo mismo. Ahora, con la serenidad del tiempo y del espacio, pues trataré de simplificarlo todo mucho más. Menos es más (con su toque barroco :-D claro está )

Por qué dejé de escribir

Le explicaba a un amigo que el cinismo, y los pesares del día a día a veces permean en nuestra vida interior (escribir es un acto intimísimo) el resultado es que se envenena la tinta. En ese estado es muy peligroso escribir, casi como un mono con hojilla. En definitiva, si uno no se tiene, no se puede dar a los demás.

El porqué de mi regreso

Me siento rehabilitado en mi pluma. Y quisiera cerrar con otra anécdota bíblica aplicada a mi circunstancia. En el momento en que empezé a escribir este blog, me sentía como San Pablo, con una revelación que cambió por completo el sentido de mi vida, yo ya no era más Paulo de Tarso.

Comentando esto con un profesor, en la búsqueda fallida de un ahnelo que se me negó, me explicaba que la tradición dice, basada en una de sus cartas, que San Pablo se entregó al anacoretismo para asimilar la llamada de Dios, siendo así que pasó entre dos y tres años en el desierto antes de predicar.

Pues muy a lo micro, dentro de mi humilde existir, creo que ya he pasado algún tiempo en el desierto, y que se han sedimentado muchas cosas en mi alma como para retomar aquel talento que creo que se me ha dado: escribir. Heme aquí ante ustedes, nuevamente.

Un abrazo cordial a a Sofía, Kaspian, Ale, Daniel y a todos aquellos que me han infundido esperanza en el corazón para volver a empezar.

Rodolfo Alejandro