viernes, 6 de junio de 2008

“Los memes: una teoría (fume) más posible que probable”

Este post va dedicado a mi maestro en ciencias obscuras: Darth Cristóbal. Gracias a él este humilde aprendiz ex padawán ha re-explorado estas realidades fascinantes y además gracias a él me leen en este blog. Cerrrando el círculo de la materia "Seminario de Nuevas Tecnologías" este fue mi trabajo final y qué mejor lugar para publicarlo que en este blog que fue el trabajo inicial. (Por cierto, la estampilla ¿mongolesa-mongólica? rules)

“Los memes: una teoría (fume) más posible que probable”


A lo largo de la historia y en diversas áreas antropológicas se ha manejado la idea que heredamos cultural y hasta espiritualmente ciertas tendencias y caracteres de nuestros antepasados. Podemos encontrar un caso muy ejemplificador en el evangelio según San Juan (Jn 9,1-41):

«Al pasar vio Jesús a un ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: "Maestro, ¿quién pecó para que haya nacido ciego, él o sus padres?". Respondió Jesús: "Ni él ni sus padres. Es para que se manifiesten en él las obras de Dios..."».
a
Es decir, aunque no nos suene muy lógico, también es cierto que no es descabellado pensar que ciertas cosas nos vienen del todo heredadas.
Cuando tratamos de aplicar esta idea en términos biológicos la seriedad empírica del método científico “limpia” de supercherías los fenómenos. Es así como la teoría evolutiva destaca que los caracteres adquiridos no se heredan.

En el mismo orden de ideas: si una persona sufre una pérdida de la visión por algún accidente o trauma pecaminoso, sus descendientes no van a nacer ciegos por esa razón (como se pensaba en tiempos de Jesús). De igual forma una señora que acostumbre a teñirse el pelo de rojo no significará que sus hijas nazcan con el pelo color “zanahoria pasional”. Este principio –por demás lógico- puede encontrarse en cualquier libro que hable del A-B-C de la genética y la evolución.

Regresando al campo genético tendremos que acotar que siempre hay algún chico malo y rebelde que reta a sus padres. En este caso me refiero a algunas hipótesis controversiales sobre la herencia, no precisamente de amputaciones, pecados o afeites mas sí de elementos o episodios de “memoria”.

Pero antes de meternos de lleno en el lado obscuro de la no ortodoxia, definamos bien qué significa memoria. En términos lingüísticos y genéticos se habla de memoria como la capacidad que poseen los individuos, a través de sus órganos y sistemas vitales, para repetir una acción determinada, ya sea que recordemos como hablar (voluntario), o si nos referimos a la codificación que se transmite entre los cromosomas a la hora de fecundar y crear un cigoto (involuntario y predeterminado).

Partiendo de esta base sólida se puede entender el sacrilegio que cometió el científico divulgador Carl Sagan (1934-1996), escritor de “Los Dragones del Edén: especulaciones en la evolución de la inteligencia humana”. Esta gran cabeza pensante sostuvo hacia los años 80 del siglo pasado que el hombre heredaba un acervo memorístico de los eventos trascendentales que han marcado al individuo en cuestión y a sus sociedades a través de los grandes eventos del progreso de la raza humana.

Lamentablemente, para la mayoría de los evolucionistas esto no fue más que una hipótesis peregrina de un viejo loco, comparable quizá con un homeless neoyorquino que grita en Times Square que se acerca el fin del mundo.

Pero claro, para que alguien rescatara esta teoría (si es que no se la copió) tuvo que venir un señor de “prestigio” como Richard Dawkings cuyas divulgaciones científicas hicieron eco a la par de Sun-Tzu en los ambiciosos hombres de negocios norteamericanos. Un dato: el famoso libro de este autor “El Gen Egoísta” fue la Biblia de Jeff Skilling, CEO de la infame corporación ENRON… cualquier parecido con la realidad es pura causalidad.
Ajá, pero ¿y qué hizo Dawkings? Él promulgó la teoría de los memes que consiste en afirmar que existen unidades de almacenamiento genético para hechos culturales y memorísticos, que se pasan de generación en generación como los genes normales. El nombre viene del neologismo que combina las palabras anglosajonas: memory and gen (qué original ¿no?).

Pero como dice en wikipedia: “la utilización de la teoría de los memes es muy amplia, incluso popular, pero no es en modo alguno aceptada universalmente, ni tampoco en el contexto de los estudios evolucionistas. Para algunos es una simple "broma" de Dawkins, un paralelismo o extrapolación innecesaria que intenta explicar en el mundo de la cultura el mismo comportamiento de su teoría de los genes egoístas, lo que incluso puede llevar a conclusiones indeseables si se extrapola al mundo de la política y la sociedad”.

Caramba, caramba: este señor no se cansa de joder en el fondo común de genes, como si la pseudociencia no nos hubiera parido suficientes problemas, empezando por su hijo mayor: el nacionalsocialismo (nazi): nacido de una violación incestuosa entre el Darwinismo Social y Nietzche, ni hablar de su hijo menor la cienciología (con todo respeto a Tom Cruse y a Joy la de Dawson´s Creek, perdón pero es tan mala actriz que no me acuerdo de su nombre).

No vale la pena hablar de los nazis, no tengo estómago hoy, pero ya que he mentado al hijito menor de esta nefasta madre, pues ampliemos. La teoría de los memes ha hecho furor en el mainstream porque aparentemente explicaría los típicos temas de conversación semi-eruditos como: las habilidades geniales, las re-encarnaciones o trasmigración de las almas, por qué las familias repiten sus historias trágicas como los Kennedy, y hasta al chupacabras si estiramos un poquito la cobija.

Tanto es así que he traído una cosecha selecta para ejemplificar esto. No estoy muy seguro de quien embotella este vinito, pero lo que sí sé es que existen terapias psicológicas holísticas que incluyen un ejercicio “de perdón” para todos los antepasados y su males, de hecho averiguan los crímenes, suicidios, incestos, pecados, enfermedades etc-etc-etc de todos los ancestros. No puedo decir quién es el pecador, pero hubo una vez que presencié como una niña muy rica y blanca pedía perdón a otra negrita y pobre porque sus antepasados habían esclavizado a los negros. Sobran los comentarios…

Qué vaina con el hombre siempre tratando de evitar sus responsabilidades echándole la culpa al otro, desde el mismísimo instante de su no-ser natural. Es que casi puedo imaginarme a un Adán venezolano diciendo “no joda viejito, esa fue la costilllera esa que me creaste que como no sabe cocinar un coño me arregló con una manzanita, la culpa es de esa vergataria. Por cierto yo no soy sapo pero el chigüire me contó que la vio haciendo un trío por ahí con la serpiente y el venado, por ahí mismito mira: detrás del árbol del bien y del mal”.

Retomo. Esto no significa que no crea en esta teoría (ojo creer = fe), por el contrario pienso que bien dirigida y demostrada en un futuro logrará ser de verdad una gran revelación. Total, cuánto tiempo pasó antes que se comprobara la desviación de la luz por la masa gravitatoria en el famoso experimento relativista de Shelios de 1919, predicho por Einstein a principios del siglo XX.

Me explico mejor: creo en Carl Sagan pero no en Dawkings, por muy verdadero y bueno que sea su libro no admito la deformación o extrapolación maliciosa que él mismo ha favorecido mercadeándose, por ejemplo, con otra teoría como la de los “memes”.

Como dice Er´Conde (perdónenme los puristas García-Pelayos): “qué peo que siempre hay un bendito peo” Y en esto es igualito porque la cosa es quién diablos y cómo carrizo se podrá generar un experimento fiable -o en el mejor de los casos- falsacionable que NO tenga algún tipo de sesgo místico o New Age. Al menos puedo decirles que con lo sociólogo frustrado que soy que I´m not the chosen one!.

No digo más, porque antes que me lapiden o me digan Talibán por defender aquello en lo que creo, prefiero más bien cerrar esta breve disertación con alguien que dijo las cosas mejor que yo y elevadas a la enésima potencia, y dice así:

“El modo mas seguro de comprender el concepto de lo postmoderno es considerarlo como un intento de pensar históricamente el presente en una época que ha olvidado cómo se piensa históricamente”

Frederic Jameson.

Para saber más:

Subirá. Elena (2000) Los memes: la teoría de los memos (GEB de la Universidad Autónoma de Madrid)

Blackmore, Susan (2000), La máquina de los memes, Barcelona: Paidós.

Dawkins, Richard (2000), El gen egoísta, Barcelona: Salvat Editores.

Dennet, Daniel (2002), La peligrosa idea de Darwin, Barcelona: Galaxia Gutemberg.

Savage, J (2000) Genética y Evolución. México, CECSA

Gould, S. J. (1999) Evolutionary Theory. NY. Academic Press