Esta mañana a las 6 am. salí muy reflexivo de mi casa, los días lluviosos tienen ese influjo sobre las almas. Mi misión era engorrosa: buscar unos exámenes médicos de mi mamá en San Bernardino no sin antes cambiar un billetico de 50 bs fuertes. No me quedó otra opción que entrar al templo donde rendimos culto a Epicúreo a través del cachito. Mientras meditaba y masticaba mi sacramental a mi cabeza vino el por qué denigrábamos de pensar en "la inmortalidad del cangrejo”
¿Es que acaso somos tan ciegos como para no darnos cuenta de la majestad de este crustáceo decápodo? ¡Por supuesto que sí! porque como buen rey que es, se nos presenta humilde y listo para servirnos por igual dominando al mundo o deleitando en una paella.
Somos nosotros quienes hemos complicado la cosa usándole desde tiempos remotos como símbolo de: una enfermedad de crecimiento celular incontrolado, un caso sin resolver, algo complicado, el zodíaco decimonónico (antes de Cristo, por si acaso) y recientemente de algo muy malo como la cerveza Brahma.
Cuando estaba a punto de encontrar la relación entre el cangrejo y “El Secreto”, ¡válgame Dios uno y trino que me mordí la encía derecha!. La rabieta no fue normal y me fui en caída libre desde la torre de mi pensamiento.Afortunadamente reboté para luego deducir que Platón era un cangrejo extraterrestre haciendo su tesis de grado en la tierra, en la universidad Monte-Atlántida, patrocinado por alguna mega corporación teocrática dedicada a extraer energía de la materia obscura.
Que genio soy -me dije- Sólo yo pude descubrir que Platón vino de la nebulosa NGC 1952 (curiosamente llamada “Cangrejo”). Y justo en ese momento nirvánico me mordí la encía izquierda emitiendo un quejido-grosería tan solo ahogado por los picadillos de ese jamón que no se vende en la charcutería. ¡Oh, fatum sensorial! que de ese modo retorné a la realidad sólo para percatarme que dentro del cachito había a lo Matrix una pastilla mitad roja y mitad azul (seguramente producida en Cuba y distribuída por Antonio José Canchica-Gómez como el agente Smith)
Mis temores se confirmaron cuando al salir de la panadería –con un renovado sentido de libertad- me encontré en el piso con 5 bs fuertes: asombrosamente la misma cantidad que había pagado por mi cachito en la caja…
Total que luego de la diligencia llegué a mi casa mojado yo y mojada mi libreta de notas, con dos llagas en la boca y de remate obstinado de horas de cola y fallas en el transporte subterráneo. Fue entonces cuando una re-pensada y una breve investigación me hicieron ver que este cuento no podía tener un final feliz.
Me explico. Platón murió, al menos desde este punto del espacio-tiempo, el 4 de julio (¿les suena familiar la fecha?) del año 1054 D.C., cuando astrónomos árabes y chinos pudieron ver con asombro una estrella que brillaba a plena luz del sol. Esta era una supernova, otrora sol que daba vida a los planetas de NGC 1952.
Los libros masónicos de los padres fundadores dicen que la destrucción de Cangrejopolis fue culpa de Cangrenron, la compañía energética que becó a Platón. El texto arcano casi parece un periódico (con encarte y todo) y dice que los hechos pasaron en una época confusa, justo cuando el famoso filósofo estaba en plena campaña entre cangrejócatas y recancerianos.
Me hubiese gustado saber en cual partido militaba Platón pero sólo alcancé a leer que al líder espiritual de su tiempo lo llamaban “Papalpatine”, que era la semana para la protección interplanetaria de los ecosistemas cuánticos, que había un lío con una secta de cangrejos monógamos y que -en un país lejano- había una langosta presidenta y revolucionaria.
Lamentablemente, los reportajes estaban incompletos e infectados con declaraciones y mala publicidad evacuadas todas por organismos públicos, así que llegué a la conclusión que ese texto sagrado era o un periódico cangrejiano 100% orientado al tiraje o un pasquín de distribución gratuita. ”. 
Al leer este texto masón, lo comprendí todo. El Director de Comunicaciones de Cangrenron estaba de seguro muerto de risa en otro sistema solar crustáceo con mano de obra esclava. Él (o debería decir Éeeeeel) hizo muy pero muy bien su trabajo al comunicarnos todos los “memes” que hoy en día creemos sobre el cangrejo. Vaya mi admiración e irrespeto a este precursor, a este gran Adán de las dinastías políticas de norteamérica, quien supo manejar su crisis -perdón, su contingencia- de manera macabra. Al lado pueden ver una aproximación de un retrato de este personaje.
El segundo epílogo es que, definitivamente, “A quien no lo agarra el chingo, lo agarra el sin nariz” porque si lo analizan, el pobre Sócrates terminó sus días envenenado por una rebelión de sus sujetos experimentales. Esto trajo como consecuencia que el pobre Platón, huérfano de tutor, mateara su tesis de grado. Al final sería un rico abogado metido en política y ya saben lo que le pasó a su planeta
Gracias a Dios (cangrejo) que de vainita se salvó Aristóteles. Él fue en realidad un estudiante copión, fumón y concupiscente que el día antes de presentar la tesis se fusiló (oh, sorpresa) unos “papers” de sus maestros, bajados de cangrepedia. La base de lo que hoy sabemos del mundo, de “nuestro” mundo se la debemos a él y a otros fumones de la escuela griega, casi todos graduados summa cum laude en una elitista universidad atlante.
La moraleja de este cuento naif es que el cangrejo es inmortal pero si vale la pena pensar en ello. De lo contrario por qué la Crustacean Intelligence Agency (CIA) me puso el billetico de 5 bs en el piso. Obvio, no sólo desestabiliza a la Revolución Bonita, sino que también quiere que no sepamos que Jesús fue un divino cangrejo, que al igual que otros seres extramundanos como Superman y Madonna, nos llegó en una cápsula eyectada de NGC 1952. Es decir, Dios es un cangrejo, y no me lo dijo Eva Golinger: ¡lo descubrí yo solito! 
Podrían pensar que estoy loco, pero al igual que a Mendel, ya me llegará mi hora pues algún día descubrirán que el mínimo porcentaje de ADN que nos distingue viene de algún cromosoma de cangrejo injertado en un experimento quimérico que hizo Dios-Cangrejo en un pobre Homo rudolfensis
Y ya que estamos en una onda de rescatar nuestra identidad iberoamericana, y sobre todo para demostrar que no estoy loco, daré evidencias de que Platón y los cangrejos estuvieron en Suramérica antes que Colón.
Lo sé porque en las joyas del Señor de Sipán hay una que es un gran hombre-cangrejo. En las líneas de Nasca también hay otro retrato y en las vasijas moches hay hombres con manos de tenazas (¿será que Eliécer Otaiza después del choque de la moto vivió su propia "noche boca arriba" a lo Cortazar, pero con los Moches?).
Y antes que me acusen de misógino, también hay evidencias de mujeres-cangrejo. En China encontramos por ejemplo a la diosa Kwan Yin, mujer divina que al igual que Isis o María, representa a la misericordia. Esto se debe a que ella decidió que no entrará en el cielo hasta que todas las almas vivas superen el karma. ¡Bien necesitado que está este mundo, especialmente China, de misericordia!
En fin, seguiría escribiendo y hablaría por ejemplo de "la cangrejera", pero debo ir a rezar mi rosario, a trabajar en la tesis y a tomar mi cóctel de Valcote con Prozac, no vaya a ser que Gomosito venga a leerme la tesis ¡y además me pida ser jurado!
PD: Victoria, perdóname. Sé que querías algo “light” para despejar tu mente, y en serio, de pana que empecé escribiendo para ti algo tipo Lestat-Anne Rice; pero me di cuenta que para algo tan vano mejor hacer mi autobiografía dentro de algunos años. Con todo mi cariño, este cuento es para ti y para todos los “padres” de este post-moderno Prometeo que soy.
PD 2: esto es lo que pasa cuando de chiquito te dejan ver "El extraño mundo de Arthur C. Clarke" Así que inicien una demanda ante el Directorio Permanente de Responsabilidad Social en radio y televisión, en CONATEL. Muévanse antes que este tipo de programas corrompan más mentes inocentes o los pasen en sustitución de Los Simpsons.
PD 3: por favor, además de promocionarme si les gustó lo que leyeron, dejen así sea un "hola" en los comentarios de esta entrada, a falta de real, de ego también se vive ¿saben?
Rodolfo Alejandro Ponce II
Caracas, 24 de abril de 2008
